Compartir libros es de guapas

Compartir libros es de guapas

Me preocupa escuchar a mis alumnos que no leen los libros de lectura que les mandan del colegio o instituto. Se limitan a buscar un resumen en internet, la película o cualquier otra estratagema que les sirva para no leerse el libro. Para ellos es un castigo, una obligación.

En nuestra época el acceso a dicha información era más limitado y si o si nos leíamos el libro si queríamos aprobar, o como mucho le pedíamos a nuestro amigo que nos lo contara.

A día de hoy me declaro lectora apasionada, pero tengo que decir que no ha sido gracias a los libros que nos han mandado en el colegio.  De modo que os preguntaréis, ¿de donde viene mi pasión por la lectura? De pequeña recuerdo ir con mi abuelo a la biblioteca todas las semanas, de adolescente tenía una biblioteca de verano delante de casa, en mi casa mi abuelo siempre andaba con libros en las manos, los cuales leía y releía. Mi padre también aprovechaba en verano para sacarse libros de la biblioteca y así todos andábamos con algún libro entre manos. Ir a la biblioteca me permitía escoger diferentes libros, de diferentes temáticas e ir descubriendo nuevos géneros, nuevos autores… el tener una fecha límite para devolverlo hacía que lo quisiera terminar antes de devolverlo y al ser verano tenía tiempo libre para poder dedicarle sin ninguna preocupación.

Intento dentro de lo posible inculcar ese hábito a la lectura a mis alumnos, pero a veces me resulta difícil… Están acostumbrados a tener en el momento todo aquello que necesitan y no entienden porque van a dedicar días en leer un libro si en dos horas pueden ver la película. Son la generación del ya, de la recompensa inmediata.

¿Cómo podemos dentro del aula fomentar la lectura? Yo lo tengo claro, no obligar, ofrecer diferentes libros de diferentes temáticas, que ellos puedan elegir. No hacer exámenes, más bien debatir en clase que opinan, que les ha parecido, si lo recomendarían o no, que han aprendido, que han sentido… Porque leer el quijote en ese momento no les puede parecer interesante, pero en cambio leer maldito karma les puede hacer gracia. Académicamente puede no ofrecerles demasiado, pero si conseguimos sembrar esa semillita en ellos, esa curiosidad, puede que algún día estén preparados para leer otras cosas.

¿Te preocupa que tus hijos no lean? Mi pregunta es, ¿tú lees? Los hijos desde pequeños nos imitan, si ellos te ven con un libro en las manos querrán cogerlo, sino te ven nunca, no les pidas a ellos lo que tú no estás haciendo. 

Los libros son una fuente de cultura, de sabiduría, nos teletransportan a otras épocas, a otras vivencias… Nos permiten trabajar nuestra imaginación, nos enseñan a saber esperar las cosas buenas, a trabajar para que no nos lo den todo hecho. Es una forma de ejercitar nuestro cerebro. Nos permiten aumentar el vocabulario, corregir faltas ortográficas y muchísimas cosas más que se han demostrado con estudios diferentes.

Desde hoy invito a todos mis alumnos a crear un espacio de lectura para poder intercambiar libros. Si tenéis algún libro que no queréis podéis traerlo a la academia y luego intercambiarlo por otro que otro alumno haya traído. Parafraseando a la vecina rubia: "Compartir es de guapas" ¿Os animáis?